Tras la Primera Guerra Mundial, Belgrado se convirtió en el centro cultural del recién formado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, y el ballet, aunque una novedad para el público belgradense y serbio, se convirtió gradualmente en una parte importante de la vida cultural. La primera compañía de ballet profesional de nuestro país se fundó en 1920 en el Teatro Nacional de Belgrado. Los artistas de ballet rusos que, durante la primera década de su estancia en Belgrado, constituyeron la columna vertebral del ballet del Teatro Nacional, influyeron significativamente en el desarrollo del ballet. Al incorporar elementos de la escuela de ballet rusa, brindaron a los artistas locales la oportunidad de aprender de los maestros más famosos de la época. El ballet comenzó con danzas en la ópera, y ya en 1923, el ballet nacional de Miloje Milojević, el grotesco La escoba del ayuda de cámara, se representó en el baile de Kasina.
Cuando se estrenó el ballet El lago de los cisnes de Piotr Ilich Chaikovski en Belgrado, el conjunto de ballet del Teatro Nacional contaba con dos primeras bailarinas, dos bailarines principales, veinticuatro bailarinas y siete bailarines. Fue puesto en escena por Alexander Fortunato, coreógrafo y director; el compositor Stevan Hristić dirigió la orquesta; Vladimir Zedrinski fue el escenógrafo y diseñador de vestuario; el estreno tuvo lugar el 29 de junio de 1925. El papel de Odette fue confiado a la bailarina rusa Elena Poliakova; Nina Kirsanova interpretó el papel de Odile; Alexander Fortunato interpretó el papel del Príncipe, mientras que la bailarina Nataša Bošković interpretó a la Dama de la Corte. El ballet recibió críticas favorables en la prensa, que, tras el estreno, lo calificó de éxito y elogió a los bailarines y al conjunto. La actuación de Nataša Bošković recibió elogios incondicionales del público profesional, que la calificó de «llena de ligereza, alegría y entusiasmo extático».
Con su estreno en Belgrado en 1925, el ballet El Lago de los Cisnes prácticamente marcó el inicio de un mayor interés por el ballet clásico en Belgrado y los Balcanes. Con numerosas representaciones posteriores en el Teatro Nacional, hasta la actualidad, con la participación de artistas del Teatro Nacional, así como de invitados de otros países, este ballet se ha convertido en uno de los símbolos del arte del ballet.
Colaboración profesional: Slobodan Mandić, Asesor de Archivos, Archivo Histórico de Belgrado.
Realización artística: Miroslav Nikolić y Nadežda Skočajić, Artista Gráfica Académica.