El baloncesto fue inventado en 1891 por el profesor de Springfield College, James Naismith, y su colega William Weiland, profesor de folclore y deportes populares de Oakland y emisario de la Cruz Roja Americana, quien, mientras realizaba demostraciones de deportes estadounidenses en Europa, trajo estructuras para canastas y balones de baloncesto a Belgrado en 1923. Este evento marcó el nacimiento de una de las mayores superpotencias del baloncesto en la historia de este deporte. Weiland impartió cursos de baloncesto a estudiantes de secundaria, profesores de educación física y miembros de la organización Sokol, la mayor organización deportiva en aquel entonces. Weiland se marchó, las canastas permanecieron en el Segundo Gimnasio Masculino, y el baloncesto comenzó a jugarse de forma más masiva y cada vez mejor. En 1940, 170 jugadores, hombres y mujeres, de cuatro categorías de edad participaron en el Rally All-Sokol en Borovo, y los primeros clubes se formaron en vísperas de la guerra, como secciones de clubes de fútbol.
El baloncesto sigue vivo incluso durante la guerra. En septiembre de 1941 se organizó el Campeonato de Belgrado y, en la primavera de 1942, se fundó la Asociación Serbia de Baloncesto y Voleibol, que registró 23 clubes. El presidente de la asociación fue Svetislav Bata Vulović, alumno del curso de Weiland desde 1923. Durante la ocupación, más de 15 000 personas presenciaron los partidos disputados en Tašmajdan y Kalemegdan. Ya en 1945, las selecciones nacionales de Belgrado, masculina y femenina, disputaron su primer partido internacional contra la selección nacional de Sofía. La primera competición europea para nuestros jugadores de baloncesto fue el Campeonato Europeo de Praga de 1947, y su primera aparición en el escenario mundial fue en el primer Campeonato Mundial de Baloncesto de Buenos Aires de 1950. El resto es historia. Desde entonces hasta hoy, el baloncesto serbio es uno de los mejores del mundo. Prueba de ello son los innumerables premios y los innumerables nombres legendarios que, con sus logros deportivos, escribieron el nombre del baloncesto serbio en letras de oro en la historia mundial de este deporte.