En la larga historia de Herzegovina, entre los numerosos levantamientos y rebeliones a lo largo de los siglos, destaca el Levantamiento de Herzegovina, también conocido como el Fusil de Nevesinje. La fecha se asocia con mayor frecuencia al 9 de julio de 1875, cuando tuvo lugar la primera gran batalla entre los insurgentes serbios y el ejército turco cerca de Krekovo, a las afueras del Campo de Nevesinje, y que pronto se extendió a toda Bosnia y Herzegovina. Los insurgentes contaron con el apoyo, con armas y voluntarios, del Principado de Montenegro y Serbia, lo que dio inicio a la Guerra Serbio-Turca. Sin embargo, el Fusil de Nevesinje también tiene una trascendencia histórica mucho mayor: marca el inicio de una importante crisis balcánica e internacional, la llamada Gran Crisis Oriental de 1875-1878, que representa un importante punto de inflexión en la historia del movimiento nacional serbio y del sudeste europeo en su conjunto. La Gran Crisis Oriental se refiere a la retirada de Turquía de los Balcanes y a la lucha por su legado, y Nevesinje fue el epicentro de ese movimiento.
Es innegable que las circunstancias sociales y políticas estuvieron entre las principales causas de este levantamiento. El Imperio Otomano, agobiado por las deudas, introdujo nuevos impuestos y aumentó los antiguos, y los abusos en la recaudación de impuestos eran habituales. El campesino, bajo el dominio otomano, vivía en condiciones de vida difíciles. Vivía injustamente e inseguro, y, acosado por todas las adversidades posibles, entró en una lucha contra el Estado, que para él significaba tanto esclavizador como explotador, buscando su libertad económica y política. La consecuencia del levantamiento y las guerras libradas contra el Imperio Otomano fue el Congreso de Berlín (1878), en el que Montenegro y Serbia obtuvieron la independencia y la expansión territorial, y Austria-Hungría asumió la ocupación de Bosnia y Herzegovina durante 30 años.
El significado histórico más elevado del levantamiento es que la lucha por un país libre significó la lucha por un Estado nacional. Además, se puede afirmar con seguridad que en toda la historia mundial no hay ejemplo de un número menor de personas luchando durante tanto tiempo en circunstancias tan difíciles contra un número mayor de enemigos que en este levantamiento. El período de 1875 a 1878 se considera el logro histórico de los Fusileros de Nevesinj, reflejado en la grandeza de su energía patriótica y en el entusiasmo general. En la mentalidad de las masas serbias, este levantamiento aún no tiene paralelo y, como tal, debería haber inspirado a las generaciones posteriores.
