Hace 145 años, vio la luz una de las obras más valiosas y significativas de la literatura mundial: la novela de Tolstói, "Ana Karenina", una obra de especial significado para Serbia y el pueblo serbio.
León Nikolayevich Tolstói (Yásnaya Poliana, 9 de septiembre de 1828 - Astapovo, 20 de noviembre de 1910) es uno de los más grandes escritores rusos y mundiales. A través de sus magníficas novelas, describió la sociedad rusa de su época, pintando a la vez un retrato fantástico de los personajes y la naturaleza humana, convirtiéndose así en parte del corpus de clásicos mundiales de valor atemporal. Además de su legado literario atemporal, Tolstói también fue conocido por su labor pedagógica, que tuvo un impacto significativo en los conceptos pedagógicos posteriores. En 1859, abrió la primera escuela de Rusia para hijos de campesinos y siervos en su casa de Yásnaya Poliana. Tolstói dedicó toda su obra literaria y pedagógica a desentrañar la difícil situación social en Rusia y a demostrar que la solución al problema reside exclusivamente en una vía pacífica y a través de la labor pedagógica y educativa.
Serbia y la novela "Ana Karenina" están unidas por la historia: el 20 de agosto de 1876, Nikolay Raevsky, el futuro prototipo del personaje del Conde Vronsky, murió en una batalla contra los turcos. En 1903, se construyó la iglesia de la Santísima Trinidad en el lugar donde murió el héroe ruso, en el pueblo de Gornji Adrovac, que hoy los serbios llaman la Iglesia Rusa o la Iglesia del Conde Vronsky.
La emisión de sellos postales conmemorativos que conmemoran un importante acontecimiento histórico y literario, la primera publicación de la novela "Ana Karenina", destaca especialmente el vínculo entre los pueblos serbio y ruso, expresado a través de los personajes y acontecimientos de esta obra monumental de la literatura mundial.