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Recursos del Mediterráneo - El Delta del Neretva (C)

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Acerca de Recursos del Mediterráneo - El Delta del Neretva (C)

El Valle del Neretva: un tesoro de biodiversidad

El río Neretva se encuentra en el extremo sur de la República de Croacia, en el condado de Dubrovnik-Neretva. Posee el único delta auténtico y la mayor desembocadura fluvial de Croacia, lo que lo convierte en un fenómeno natural de especial importancia. Con su singular y extenso delta, es uno de los espacios naturales más valiosos, de gran importancia no solo a nivel local, regional y nacional, sino también europeo e internacional. El Delta del Neretva, con una extensión de unas 20.000 hectáreas, alberga una gran riqueza de humedales y lagunas costeras, así como una flora y fauna diversa y única, especialmente especies protegidas.

Una de las características más importantes del Neretva es su excepcional biodiversidad de hábitats y especies. La importancia de la zona se ve reforzada por su ornitofauna (el mundo de las aves), que alberga más de 300 especies. El Valle del Neretva es reconocido como uno de los lugares más importantes de descanso, invernada y anidación para numerosas especies de aves a lo largo de la ruta migratoria del Adriático. Su importancia se refleja también en las diversas formas de protección que le otorga la Ley de Protección de la Naturaleza. Contiene siete áreas protegidas, incluyendo seis reservas especiales, un paisaje significativo y un mineral protegido. Las áreas protegidas no solo preservan especies y hábitats raros y en peligro de extinción, sino que también garantizan el equilibrio natural necesario para la sostenibilidad de todo el ecosistema. El Valle del Neretva forma parte de la red ecológica europea Natura 2000 y está incluido en la lista del Convenio de Ramsar.

La posición geográfica del río Neretva, rodeado de escarpadas colinas ricas en aguas subterráneas, contribuye aún más a su diversidad. En el karst del Neretva se han registrado más de 100 cuevas y fosas, así como otros hábitats subterráneos que albergan una rica fauna con numerosas especies endémicas y en peligro de extinción. Esta combinación de formaciones kársticas y humedales convierte al Valle del Neretva en un espacio natural único. Un microclima especial y un suelo fértil facilitan la agricultura, la actividad económica más importante del Valle del Neretva.

La riqueza paisajística del Valle del Neretva se basa en la abundancia de agua y en un paisaje específico de jendeč, formado mediante el método tradicional de creación de suelo fértil. En concreto, el suelo pantanoso del delta no era apto para la agricultura. El río transportaba grandes cantidades de material fértil y lo dispersaba al mar, dejando solo una pequeña porción en el valle. Esta era completamente insuficiente para las necesidades de la población. Por ello, los habitantes comenzaron a practicar el jendečenje, la primera forma de recuperación de tierras, es decir, la conversión de zonas pantanosas en tierras agrícolas fértiles.

Además de su belleza natural y riqueza biológica, el Valle del Neretva también ofrece numerosos servicios ecosistémicos gratuitos que son importantes para la vida de la población local. Así, los rizomas de la caña estabilizan y retienen sedimentos, y al ralentizar la velocidad y suavizar la fuerza de las olas, protegen el litoral, convirtiéndolos en una defensa natural contra las inundaciones. Además, previenen la erosión que se produce como consecuencia de las inundaciones. También tienen la capacidad de filtrar partículas más grandes, purificando así el agua, así como de almacenar nutrientes, especialmente fósforo, nitrógeno y nitratos, asociados a la contaminación por aguas residuales o a la agricultura intensiva. Desempeñan un papel fundamental en la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del impacto del cambio climático, ya que producen oxígeno y absorben y almacenan dióxido de carbono, garantizando así un aire limpio. Además, ofrecen beneficios como el suministro de materia prima maderera y el aumento del atractivo turístico de la zona.

El Neretva no solo es un tesoro de biodiversidad, sino también una zona profundamente arraigada en la tradición, la cultura y el estilo de vida de la población local. El desarrollo sostenible, que incluye la agricultura ecológica y formas selectivas de turismo como la observación de aves y la naturaleza, es la base para la preservación de los valores naturales y transmite un mensaje importante sobre la coexistencia entre los seres humanos y la naturaleza. El valle del Neretva es un oasis único e invaluable en el entorno kárstico, rico en agua y suelo fértil, además de una abundante fauna y flora. Su protección y preservación no son solo una responsabilidad local, sino también una preocupación global, para que mediante esfuerzos conjuntos se pueda preservar y transmitir como legado a las generaciones futuras.