El zorro rojo es un miembro de tamaño mediano de la familia Canidae, reconocible por su cuerpo esbelto, patas cortas y su característica cola peluda, que suele ser casi tan larga como su cuerpo. Los zorros adultos pesan entre cinco y diez kilogramos, siendo los machos ligeramente más grandes y pesados. Su pelaje suele ser marrón rojizo, con la parte inferior blanca. Las patas son negras, al igual que la parte posterior de las orejas, y la cola tiene la punta blanca. Cuando el zorro está en su pelaje de invierno, el pelaje del lomo suele mostrar tonos claros, grisáceos u oscuros, casi negros, más pronunciados.
El zorro es omnívoro y un animal extremadamente adaptable. Su dieta se compone principalmente de pequeños mamíferos, especialmente roedores, pero también incluye liebres, aves, carroña, peces, ranas, cangrejos de río, caracoles, insectos y sus larvas, así como frutos y residuos orgánicos dejados por los humanos. Todo esto le permite sobrevivir en una amplia gama de entornos, incluidas las zonas urbanas. Su actividad se centra principalmente en la noche y al anochecer, cuando sale a cazar. Vive en una madriguera llamada tierra, que él mismo excava, o bien se apropia de una madriguera abandonada de tejones. Es un buen nadador y también puede trepar troncos de árboles con pendientes moderadas. Los zorros son animales territoriales y marcan su territorio con su olor. Su área de distribución abarca entre 2,5 y 15 kilómetros cuadrados. Los zorros rojos se reproducen una vez al año. El apareamiento tiene lugar en invierno y las crías nacen a principios de la primavera. Una zorra suele dar a luz de cuatro a siete cachorros, que permanecen con ella durante varios meses. Los zorros pueden vivir hasta 12 años. Entre sus enemigos naturales se encuentran el lobo, el lince y el águila real, mientras que los azores y los búhos reales representan una amenaza para las crías. El zorro es el principal portador de la rabia en Europa, aunque gracias a una intensa campaña de vacunación oral, la enfermedad se erradicó en Eslovenia y los países vecinos hace una década.
El zorro rojo es uno de los miembros más ampliamente distribuidos del orden Carnivora, presente en todos los continentes excepto la Antártida. En Eslovenia, es común en todo el país, desde la costa hasta Prekmurje. En las montañas, vive hasta el límite arbóreo y, ocasionalmente, incluso se aventura a alturas superiores, alcanzando altitudes de hasta 2500 metros. Prefiere paisajes boscosos y en mosaico donde se entremezclan bosques, prados y tierras de cultivo. Se encuentra a menudo en las afueras de asentamientos e incluso en ciudades, donde aprovecha fuentes de alimento de fácil acceso. Su capacidad para adaptarse a una amplia gama de hábitats es clave para su éxito y abundancia.
El zorro desempeña un papel importante en el ecosistema como regulador natural de las poblaciones de pequeños mamíferos, en particular de roedores, ayudando a mantener el equilibrio ecológico y a reducir los daños a la agricultura. También es un elemento clave de la cadena alimentaria, sirviendo como presa para depredadores y carroñeros de mayor tamaño.
