La alegría infantil en el Abeto de Año Nuevo
En 1948, el Comité Central de la Liga de Comunistas de Eslovenia decidió instaurar una nueva festividad de fin de año llamada el Abeto de Año Nuevo, al tiempo que reducía gradualmente las celebraciones públicas de Navidad. A principios de la década de 1950, las festividades del Abeto de Año Nuevo incorporaron a un personaje disfrazado que repartía regalos: el Abuelo de las Nieves (Dedek Mraz). Una extensa campaña de propaganda brindó apoyo ideológico, enfatizando que esta era «una festividad que otorga a los adultos la importante tarea de introducir a los más jóvenes de la sociedad, de la mejor manera posible, a la vida en una comunidad socialista». Junto con la creación de esta nueva figura, se realizaron apariciones públicas y grandes desfiles en las principales ciudades. Sin embargo, con el paso de los años, el despliegue de pompa y circunstancia fue disminuyendo, principalmente por falta de fondos. Tras la independencia de Eslovenia, el Abuelo de las Nieves perduró, mientras que San Nicolás y el Papá Noel disfrazado y globalizado (también conocido como Santa Claus) regresaron a la vida pública. La festividad ya no se llamaba el Abeto de Año Nuevo, sino simplemente "Celebración de Año Nuevo", "Llega el Abuelo Frío", etc.
Escarbando con el hocico
El cerdo y la cerda se asocian tradicionalmente con la mesa festiva de fin de año, pero también tienen un significado simbólico. La sabiduría popular sostiene que en Navidad y Año Nuevo se debe comer "algo del cerdo", ya que este escarba hacia adelante con el hocico, mientras que el ganso de San Martín (como otras aves de corral) escarba hacia atrás con las patas. El Día de San Martín representa, por lo tanto, una especie de balance, el cierre del año, mientras que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo miran hacia el futuro y los planes para el año venidero. Si bien el cerdo y la cerda se utilizan a menudo para simbolizar ciertas debilidades y vicios humanos, también se les considera animales de buena suerte, y aparecen con frecuencia en postales y tarjetas de felicitación, o se utilizan como amuletos y en otras representaciones. Un motivo común muestra un cerdo con una herradura al cuello y un trébol de cuatro hojas en el hocico, a menudo acompañado de un deshollinador, una seta y otros símbolos de las fiestas navideñas y de Año Nuevo.
Jañez Bogataj