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El Uso de la Bicicleta en las Profesiones - 1.er Grupo

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Acerca de El Uso de la Bicicleta en las Profesiones - 1.er Grupo

La historia de la bicicleta se remonta al siglo XIX, cuando en 1817 el barón Karl Drais, inventor alemán, creó la Draisine, precursora de este tipo de vehículo. La Draisine era esencialmente una plataforma donde el ciclista se sentaba y usaba los pies en el suelo para impulsarse; un eje vertical unido a la rueda delantera permitía dirigir el vehículo. Esta máquina podía alcanzar velocidades de 20 km/h en descensos, por lo que también se conocía como velocípedo, que significa "pies rápidos". En 1861, el francés Pierre Michaux y su hijo Ernest adaptaron una Draisine añadiéndole una biela doble y un juego de pedales, creando así el primer prototipo funcional de la bicicleta. Esta innovación tuvo un impacto considerable en la popularización de la bicicleta y su empresa fue la primera en producir en masa velocípedos a pedales. Alrededor de 1879, el inglés H. J. Lawson aplicó la transmisión por cadena a la rueda trasera, conectando los pedales a un pequeño piñón dentado. Esta transmisión multiplicadora dio lugar, en 1885, a la llamada Rover Safety Bicycle, una estructura ligera con ruedas del mismo diámetro, transmisión por cadena, engranajes, pedales de acción directa y una horquilla inclinada. En 1888, John Boyd Dunlop inventó el neumático inflable, facilitando viajes más cómodos.

En Portugal, las primeras bicicletas llegaron en la segunda mitad del siglo XIX y probablemente fueron bicicletas Michaux. A finales de siglo, se estima que había alrededor de ocho mil velocipedistas en el país y el número de bicicletas importadas ya era considerable, a pesar de las prohibitivas tasas aduaneras, por no mencionar el impuesto de timbre y la licencia municipal obligatoria.

Durante décadas, muchas profesiones utilizaron la bicicleta como medio de transporte. A finales del siglo XIX, el cuerpo de bomberos de Coímbra consideró la introducción de bicicletas para realizar las patrullas de bomberos durante la vigilancia de incendios en las afueras de la ciudad. El servicio postal también adoptó la bicicleta en una etapa temprana. Los mensajeros la utilizaban para entregar telegramas y correspondencia urgente, mientras que los carteros en bicicleta se encargaban de la distribución diaria de cartas y paquetes. También en las Fuerzas Armadas, el ejército portugués comenzó a utilizar la bicicleta de forma experimental a finales del siglo XIX, y los soldados que la utilizaban llegaron a ser conocidos como velocipedistas.

El primer uso conocido de bicicletas en situaciones de combate por parte del ejército portugués tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial. En la Armada Portuguesa, las bicicletas eran utilizadas por casi todas las unidades terrestres y también por algunas unidades navales. Los soldados de la Guardia Nacional Republicana se desplazaban en bicicleta en sus patrullas por pueblos y ciudades, llevando sus fusiles junto al cuadro. Los guardabosques también utilizaban este medio de transporte para desplazarse.

En muchas profesiones, la bicicleta también era muy útil para la distribución de mercancías. Los panaderos usaban cestas de mimbre atadas a la parte trasera de la bicicleta, mientras que los lecheros las usaban para transportar sus tinajas de aluminio de puerta en puerta. El carbón y el pescado eran otros artículos que se entregaban directamente a los hogares de esta manera. Además, también había vendedores de helados e incluso tostadores de castañas, que también vendían sus productos desde bicicletas.

Con la llegada de la bicicleta a las zonas rurales, se hizo común que los trabajadores se desplazaran a las viñas en sus pesadas pasteleiras (bicicletas lentas), cargando con las herramientas de su oficio: azada, podadera, serrucho y tijeras de injertar. También llevaban un pequeño barril de vino y un almuerzo para llevar.

Los afiladores de cuchillos, una profesión que aún existe en algunas regiones de Portugal, utilizaban la bicicleta no solo como medio de transporte, sino también como soporte para la esmeril, accionada por un engranaje conectado a la rueda de la bicicleta. También llevaban las herramientas necesarias para afilar tijeras y cuchillos, así como para reparar paraguas y sombrillas. Esta profesión se originó en un pequeño lugar de Galicia, España, donde, para anunciar su llegada, los afiladores de cuchillos tocaban la zampoña, cuyo sonido característico aún perdura en nuestra imaginación.

La historia de la bicicleta refleja la continua innovación humana, que a lo largo de los siglos ha transformado este sencillo vehículo en una herramienta esencial para el transporte y la libertad.

Museu das Duas Rodas
Servicio de Museos del Municipio de Anadia