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Las Mujeres en el Movimiento de Resistencia Antifascista

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Acerca de Las Mujeres en el Movimiento de Resistencia Antifascista

La llamada "gran historia" se escribe en las páginas de los libros de historia: los puntos de inflexión y los nombres importantes de importantes comandantes o líderes políticos. El auge de las ideologías fascistas y los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, junto con el Levantamiento Nacional Eslovaco, afectaron la vida de innumerables personas comunes. No se trataba solo de hombres marchando con armas en la mano, esperando un futuro incierto; muchas mujeres también se unieron al movimiento de resistencia antifascista, principalmente en roles secundarios. Sin embargo, en raras ocasiones, se las podía encontrar en el campo de batalla. Sin su contribución, el movimiento de resistencia apenas habría funcionado, pero es muy raro encontrar una crónica de su destino en la literatura. No obstante, cualquier historia de quienes contribuyeron a la derrota del fascismo, incluso una olvidada, es increíblemente valiosa. Este sello postal nos ayuda a conmemorar a tres mujeres que se unieron al movimiento de resistencia antifascista.

Chaviva Reik, primera por la izquierda, comandante de la Unidad Aerotransportada de Ámsterdam, proporcionó información de inteligencia a los Aliados a su llegada a Eslovaquia y organizó la evacuación de los pilotos estadounidenses y los residentes judíos que estaban en peligro. Entrenó a la unidad partisana local y se retiró con ellos a las montañas. Tras ser capturada e interrogada, fue ejecutada junto con sus compañeros combatientes en Kremnička el 20 de noviembre. Tenía solo treinta años.

Dalma Špitzerová, actriz y profesora de teatro eslovaca, abandonó el Estado eslovaco por insistencia de su padre. Aunque no hablaba húngaro, gracias a una afortunada coincidencia, conoció a sus hermanas mayores en Budapest. Habían ido allí un poco antes que ella. Tras ser descubierta, fue internada en un campo de concentración en Nováky. Tras la liberación del campo, se unió al Levantamiento y trabajó en el departamento de prensa del movimiento partisano. Apenas un par de semanas antes de la liberación, su hermano y sus padres fueron asesinados por los nazis. Vivió hasta los noventa y cinco años.

Marína Paulíniová, periodista, diplomática y sanitaria eslovaca, tuvo que abandonar Eslovaquia a los ocho años debido a la precaria situación económica. A pesar de ello, nunca guardó rencor hacia su patria y, como vicepresidenta de la Cruz Roja Checoslovaca en el exilio, contribuyó a proporcionar ayuda material a los prisioneros de guerra en los campos alemanes. Desempeñó un papel decisivo en la obtención de ayuda de posguerra para Checoslovaquia y en la compra de medicamentos en Suiza. Falleció trágicamente de regreso a su patria cuando su avión se estrelló el 5 de octubre de 1945. Los periódicos de la época escribieron sobre ella y la describieron como una versión moderna de Milan Rastislav Štefánik.