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Afonso Henriques en Zamora - 900 Años

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Acerca de Afonso Henriques en Zamora - 900 Años

El joven Alfonso Henriques en Zamora, poco antes del nacimiento de Portugal

Alexandre Herculano comenta lo siguiente sobre el primer rey de Portugal, entonces muy joven: «Fue en 1125 cuando el joven señor realizó su primera hazaña histórica: armarse caballero en Zamora. En la catedral de Zamora, el día santo de Pentecostés, tomó las armas de caballero del altar de San Salvador y, junto a él, se puso la cota de malla y se ajustó el cinturón militar, siguiendo la costumbre de los reyes».

Herculano continúa: «La elevación de Alfonso Henriques al rango más noble en la vida de armas fue notablemente coincidente, ya que el mismo día del año anterior, Alfonso VII [de León y Castilla] había realizado la misma ceremonia en la catedral de Compostela y tomado la espada del altar de Santiago [de Compostela]».

Al citar la crónica medieval de este episodio, José Mattoso afirma: «El texto continúa elogiando la personalidad del hombre que se convertiría en el primer rey de Portugal, destacando su destreza militar y su compromiso con la lucha por la cristiandad. Inmediatamente después, relata la batalla de São Mamede [1128], como si existiera una conexión íntima entre ambos acontecimientos».

Ahora al frente del Condado de Portugal, las hazañas de Alfonso Henriques continuarían, sobre todo con la batalla de Ourique en 1139. Y fue esta secuencia de acontecimientos la que llevó a Alfonso Henriques de regreso a Zamora en 1143, cuando acudió a conferenciar con Alfonso VII sobre el Condado, entrando como conde y saliendo como rey. Los dos primos acordaron la independencia de lo que, a partir de ese momento, se convirtió en el Reino de Portugal, reconocido formalmente por el Papa en 1179.

Estos hechos se encuentran entre los muchos que perduran en la memoria colectiva portuguesa hasta nuestros días, contribuyendo a la imagen romántica del gran Alfonso I, exaltada por numerosos poetas y escritores. Un ejemplo es Las Lusíadas, Canto III, Estrofa 84:

“Pero resuena tan fuerte en los confines de la tierra la fama y las hazañas de nuestro gran jefe perdido, que siempre resonará por su reinado: “¡Afonso! ¡Afonso!”, grita, y grita en vano”.

Y aquí estamos hoy, honrando con todo el corazón ese primer acto, el primer momento de Portugal, y celebrando el 900 aniversario de aquel episodio caballeresco en Zamora.