La Pascua es una de las festividades cristianas más importantes, «la fiesta por excelencia». Se celebra en memoria de la victoria de Nuestro Señor Jesucristo sobre la muerte mediante la resurrección, anunciada por ángeles y mujeres portadoras de mirra, quienes encontraron la tumba vacía tres días después de que Jesús fuera crucificado y muriera en la cruz en el monte Gólgota, sobre Jerusalén.
También se le llama «Pascua Cristiana», en honor a la festividad judía del Antiguo Testamento, en memoria de la liberación de la esclavitud egipcia. Para los ortodoxos, la Pascua está precedida por un ayuno de siete semanas, más riguroso que otros ayunos del año. La última semana del ayuno se llama Semana Santa, es decir, la Semana de la Pasión, que conmemora los días de la pasión de Cristo. Muchas costumbres populares se asocian con esta semana, incluyendo la pintura de huevos, símbolo de la resurrección. El primer huevo rojo pintado se guarda hasta el año siguiente y se le llama «el guardián de la casa». Al amanecer de la Pascua, los fieles se reúnen en la iglesia y se saludan con: «¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!». y participar en la liturgia festiva con los sacerdotes.
La Pascua es una festividad de alegría y fe en la vida eterna. La semana posterior a la Pascua se denomina Semana Brillante, y el lunes y el martes se celebran como Lunes y Martes de Pascua.
La Pascua es una festividad movible que se celebra en una fecha diferente cada año. Se celebra entre el 4 de abril y el 8 de mayo según el nuevo calendario gregoriano, es decir, entre el 22 de marzo y el 25 de abril según el antiguo calendario juliano, pero está ligada exclusivamente al domingo. La celebración de la Pascua fue establecida por decreto en el Primer Concilio de Nicea en el año 325 d. C.
