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2025Michel Piccoli 1925-2020 - Series

Series
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Datos técnicos
  • 17.11.2025
Temáticas
Acerca de Michel Piccoli 1925-2020

El 17 de noviembre de 2025, el servicio postal francés, La Poste, emitió un sello en memoria de Michel Piccoli, uno de los gigantes del cine y una figura imponente del teatro, fallecido cinco años antes. Un papa atormentado por la duda en *Habemus Papam* (2011) de Nanni Moretti, un cliente manipulador de un burdel para Buñuel en *Belle de Jour* (1967), un policía obsesivo en *Max et les Ferrailleurs* (1971), o un personaje profundamente complejo en *Les Choses de la Vie* (1970) y *Vincent, François, Paul... et les Autres* (1974) de Claude Sautet... Con más de 150 películas en su haber, desde las más populares hasta las más experimentales, Michel Piccoli (1925-2020) fue un actor verdaderamente excepcional tanto en el cine como en el teatro.

A los 18 años, este hijo de músicos decidió ser actor. Se formó en la escuela de arte dramático Cours Simon y dos años después debutó en el cine. Paralelamente, este apasionado del teatro se unió a compañías de renombre y participó en obras clásicas. A lo largo de su vida, trabajó con algunos de los más grandes directores: Jean Vilar, Peter Brook, Patrice Chéreau, André Engel, Luc Bondy, entre otros. Su carrera cinematográfica despegó con El desprecio (1963), de Jean-Luc Godard, junto a Brigitte Bardot. Seductor, bocazas y pícaro, este singular actor exploró todas las facetas del cine, sin temor a romper con la imagen clásica, a menudo con un toque de ironía, con papeles provocativos como el de La gran bufa (1973), de Marco Ferreri.

Esta sátira del consumismo y la decadencia burguesa causó un escándalo en el Festival de Cannes. Piccoli siempre supo arriesgarse en nombre de un cine que, según él, debía denunciar los excesos de la época. Durante seis décadas, el público quedó cautivado por su mirada intensa y sus pobladas cejas, su voz profunda y resonante, y sobre todo, por su singular interpretación, una mezcla de fuerza y ​​vulnerabilidad. Se le recuerda como un hombre de convicciones, un actor exigente con una curiosidad inagotable, que siempre supo reinventarse.